A este chupito invito yo

Síguenos en Twitter

7/3/13

Conversaciones

-Que lo olvidase me dijo tan tranquilo. Que lo odiase si quisiera pero que no volviera a mirarle de esa manera.
-¿Cuál es “esa manera”?
-¡Eso mismo le pregunté yo! ¿Y sabes lo que me dijo? Que dejase de mirarle como si lo necesitase… 
¡Cómo si pudiera controlar lo que siento cuando quisiera!
-Tal vez si puedes, y no lo has intentado lo suficiente.
-¿Y por qué iba a fingir que no me importa o que estoy genial cuando no es así? ¿Qué gano yo con todo eso?
-¿Tener un poco de orgullo, tal vez?
-Dime una cosa… ¿el orgullo te abraza por las noches? ¿Te hace feliz? O mejor… ¿es bueno en el sexo?
-No.
- Entonces… ¿para qué voy a quererlo?
-¿Me lo estás preguntando en serio? No todo se basa en el sexo ¿lo sabías? O en los buenos momentos… A veces hay que mirar si realmente merece la pena y mirar un poco por tí misma y tu dignidad ¿no crees?
-Sí, eso está genial. Pero de igual manera si creo que merece la pena ¿por qué no iba a intentarlo una vez más?
-Tu problema es que no sabes cuándo hay que decir basta, y llega un momento en que en vez de intentar solucionar algo lo único que haces es empeorarlo.
-¿Y dónde está ese límite? ¿Cuándo está bien abandonar? ¿Qué señal hay que te diga “para” cuando intentas salvar algo que te importa?
-No lo sé.
-Pues si no lo sabes tú, que eres una persona ajena a la relación que se supone que es objetiva… ¿Cómo voy a saberlo yo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario