-¿Se marchó? ¿Así sin más? ¿Después de todo lo que te había
dicho?
-Sí, sin un beso de despedida, ni un abrazo. Nada.
-No lo entiendo.
-Ni yo, pero él parecía saber perfectamente lo que estaba
haciendo porque sonreía.
-…
-¡No me mires así! ¿Hace falta que te recuerde que no nos
debíamos nada?
-Ya sé que hicisteis ese estúpido pacto mudo de no ser nada
pero joder, no puede largarse así sin más de tu vida ¿no crees? Sin una
explicación, o al menos un puto beso o algo ¿no?
-Bueno, no tuve una explicación pero sí un buen polvo.
-Pero qué puta eres tía…
-Seguramente lo sea, pero al menos siempre supe lo que podía
o no tener de él y las explicaciones nunca fueron su fuerte.
-Eres masoquista: primero te entregas a él y ahora se larga
y te deja a ti y a tu corazón roto.
-Ah no, no te equivoques, mi corazón ya estaba roto de
antes.
-¡Pero me dijiste que estabas enamorada de él! Me mentiste.
-No te mentí pero ¿crees de verdad que el querer a otra
persona cura viejas heridas?
- ¡Claro que lo hace, de eso se trata! De que te curase no
que te lo rompiese más aún.
-Como se nota que no lo conocías…
No hay comentarios:
Publicar un comentario