A este chupito invito yo

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15/9/15

No me dejes sola.

Se ha ido.
Llevo repitiendo su despedida tanto tiempo que he olvidado como se dice lo siento.
He numerado las veces que supliqué que volviera y ni siquiera soy consciente de haberlas pronunciado alguna vez.
9.
Soy este enjambre abandonado que observa cómo se desintegra sin temor a su inexistencia.
Nunca he estado a salvo. 
He dejado de ser y ahora solo me quedan los barrotes oxidados de lo que fue mi jaula, la flecha clavada en mi pecho cuando me sentí diana, el sonido de la bala rasgando mi garganta. 
He intentado cubrirme con las plumas de aquella vez que me creí pájaro para poder tener la esperanza de huir alzando el vuelo. Los restos ni siquiera pudieron salvarme de la escarcha.

No queda nada de lo que llegué a ser y no sé cómo vivir en este mundo que me ha asfixiando hasta matarme con el pretexto de hacerme sentir viva.
Ya no me quedan excusas para seguir fingiendo y el miedo devora mis entrañas cuando alguien me mira a los ojos y siento que me está viendo.
Tengo más de veinte razones para no padecer este derrumbamiento y sin embargo sigo sintiendo el polvo de mis ruinas en el pecho.

No dejes que me olvide.