María tiene un secreto: sabe como mantenerse viva.
Miento.
María es un
secreto.
Entre las
páginas de un libro, guarda todo lo que siente para que nadie sea capaz de
destrozarlo. Por ello, los misma tanto.Tiene esa
sonrisa que es capaz de devolver el aliento a cualquiera (porque ella nunca ha
sido de quitar cosas, sino de devolverlas).
Tiene la
salvación escrita en sus ojos marrones y ella, inmersa en su música, no es
capaz de leerla cada vez que se mira en el espejo.No necesita
palabras para expresarse porque es amante del silencio.
Cuando habla
esta callando.
Pero cuando
se queda muda...
Los gritos se
cuelan bajo mi cama y consiguen hacerme temblar.
Es calvario
si intentas entenderla.
Tiene tantas
heridas como cicatrices y ni un centímetro de piel lo expresa. Es de las que
sangran hacia dentro hasta que se derraman. Las tapa con
sumo cuidado. Tiene bajo las costillas su propio acantilado y se abre en canal
para arroparlas y olvidarlas y no tener que hablar nunca más de ellas.
Entre los
reflejos de su pelo he llegado a ver armonías.
Cree ser de
escarcha, pero es puro fuego.
María cree
que no es suficiente y su problema es que es demasiado.
No necesita
sentirse completa porque nunca ha dejado de estarlo.
Tiene esa
mirada perdida que deja entrever más de una batalla y sin embargo siempre
consigue que todo parezca en paz.
Es su propia
tormenta y yo siempre quise ser su
calma.
En su pecho, vacío
todos mis miedos. Ella los acuna mientras me besa el pelo y me susurra que son
más inofensivos que yo misma.
Tiene una voz
que es puro bálsamo. Acaricia las palabras y casi parece crear un baile cuando,
entre frases, se ríe a carcajadas.
María tiene
una promesa en sus hoyuelos.
Vive entre
canciones y define las etapas de su vida con títulos de libros que se ha leído
tantas veces que podría citarlos de memoria.
Es única,
aunque se crea inexistente.
A veces la
muralla que ha construido se tambalea. Casi puedo oír como aumentan sus latidos
y ella se tensa temerosa de que alguien se dé cuenta e intente derribarla y
conocerla. Pero ese
segundo pasa, ella suspira y vuelve a entrar en su mundo ajena a lo que ha
quebrado fuera.
Tiene una melodía
por banda sonora.Tiene escondida
entre sus manos mil y un otoños. El carboncillo que le mancha la cara no es más
que las sombras que siempre la persiguen y que ella finge no darles caza.
Cree ser
débil y por eso sé que es más fuerte de lo que todos le atribuyen.
Lleva la
sinceridad como bandera y es su cadera la patria por la que más de uno sería
capaz de declarar la guerra.
Es invierno
cuando está sola. A veces siento que se encoje para mantenerse entera. Se pone los
cascos y finge que la niebla no está tapándole los ojos.
Cuando esta
triste no habla por temor a que salga vaho y todos descubran que no es más que
frío.
A veces hace
muecas e intuyo que, dentro de ella, está nevando.
Podría ser
capaz de desatar un vendaval pero ella es más de poniente.
Podría ser
quien quisiera pero, en secreto, prefiere ser nadie.
Un secreto
que grita a voces cuando entre el gentío consigue fundirse hasta acabar
desapareciendo.
Es invisible
hasta que ella quiera serlo.
Se siente
cómoda entre libros porque allí no tiene que seguir fingiendo.
María es mi persona.
Enamorarse de
ella es tan necesario como querer un soplo de aire fresco en pleno Agosto. La
vida sin ella nunca ha sido vida. Estuve dos años y tres meses perdida hasta
que nació. Se muerde las
uñas porque no puede morderse el corazón.A ojos ajenos
lo tiene intacto pero ella es capaz de dibujar todas las fisuras que lo
construyen entre las líneas de su pentagrama.
Nunca sabes
lo que está sintiendo.Tiene una
especie de regla no escrita que le impide hablar de ello.
Una vez creí
escuchar que se rompía y cuando le miré a los ojos no fui capaz de ver nada. Me
sonrió y supe que se estaba recomponiendo.
En dieciocho
años solo la he visto llorar cinco veces y una fue porque me descubrió
haciéndolo a mí. Y juro que he
sentido la humedad desprender de sus poros muchos días más de lo que ella será
capaz de admitir y yo de contar.
María ha
llovido más veces de las que cuentan.
Por eso
ahora, dentro de ella, solo nacen primaveras.