-¿Por qué huyes?
-No estoy huyendo, estoy adelantando lo inevitable.
-No. Estás huyendo, como haces siempre que alguien te
demuestra más de lo que quieres ver.
-No seas ridículo, esto no tiene nada que ver con él.
-Todo lo que te pase tiene que ver con él, y lo sabes. Hazte
un favor a ti misma y deja de mentirte y mentirme, que se te da fatal. ¿Alguna
vez te he dicho que eres muy transparente?
-¡No estoy mintiendo! Es que no quiero tener esta
conversación, porque no necesito oír ninguna de tus ideas equivocadas.
-Llegará un momento que tendrás que hacerle frente a tu
miedo de sentir algo fuerte por alguna persona, ¿lo sabes no?
-Si pero hasta que llegue ese momento, no voy a dejar de
hacerlo.
-¿Dejar de hacer qué?
-Evitar que me hagan daño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario