A este chupito invito yo

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8/7/13

O también, podría dedicarle este poema.

Podría decir, a día de hoy
que no hay mejor parsimonia
que tu sonrisa por las mañanas,
al contrario de tus andares
que parecen derrochar delirios
por cada movimiento
que realizas.

Valdría, simplemente
con dibujar a oscuras
la silueta de tus caderas
que parecen llamar a mis manos
para deslizarse entre ellas
como terciopelo.


Y cantarte,
con la voz rota
de tantos suspiros en tu nombre
notas que erizan la piel
como los producidos
por tus besos
entre los huecos de mis lunares.

Dedicarte
 el más triste de los poemas
porque en él habrá tanta belleza
como en tu mirada,
y dolerán de igual manera
cada silencio que produzcan
cada palabra que digan.
Romperán corazones allí donde sean
dedicados, observados,
robados
y hallarán la perdición en aquellos
que, bajo puro egocentrismo,
crean ser sus dueños.


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