A este chupito invito yo

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10/11/13

Se puede vivir sin respiración.

Creo que acabo de romperme.
No lo sé, aún lo estoy comprobando.
Me pregunto qué pasará conmigo una vez descubran que no tengo arreglo, si me dejarán como una decoración en alguna estantería llena de polvo medio vacía, o intentarán sacar lo mejor de mí para reutilizarlo en otra persona. Espero que tenga más suerte que yo.
Lo que si he verificado, es que se puede vivir ahogada.
Y ya ni la última gota que en su momento colmó el vaso puede asfixiarme más.
Que casi he aprendido a respirar bajo el agua, y es algo así como aguantar el aliento cuando te dicen que no eres suficiente.
Creo que me explico con bastante claridad-y ojalá no fuera así, y que tuvieran que romperse la cabeza, el corazón y las ganas para leerme y entenderme, y no verme cuando si ni siquiera yo soy capaz de escucharme.
El labio me tiembla tanto que no me deja ni nombrarte, creo que se muere de frío-como yo- y no tiene quien le arrope.
Ojalá deje algún día de hacer pucheros a tu ausencia-y a las palabras que callas y nunca dices, hasta que explotas y me matas- que estoy cansada de decirle que en cualquier momento aparecerás por mi puerta, y todo quedará en un borroso recuerdo que nadie querrá volver a rememorar.
Lo malo de las palabras, es que algunas marcan-y no puedes escapar de ellas, aunque quieras.
Tengo mi piel llena de las tuyas, y te juro que me he frotado hasta el cansancio para hacerlas desaparecer pero creo que estás más vivas que nunca. Arden. Hieren.
Como la distancia.
Como tú.


3 comentarios:

  1. wow! Cristina...esta genial!
    Cada día de sorprendes mas...
    Me gusta mucho el título, y el final también.
    El texto me ha resultado muy interesante, "Que casi he aprendido a respirar bajo el agua, y es algo así como aguantar el aliento cuando te dicen que no eres suficiente."
    Genial enserio!
    Un saludo,
    Martina!

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  2. De principio a fin muy bueno, por las palabras compartidas.

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